SER CRISTIANO NO SIGNIFICA EL QUE NO SE PUEDA NI DEBA DE HABLAR DE SATANAS Y SUS TRABAJOS. TODO HIJO DE DIOS TIENE QUE NOMBRAR AL ENEMIGO DE DIOS PARA QUE TODO EL MUNDO VEA LAS CONSECUENCIAS QUE TRAE EL ESTAR AL LADO Y PARTICIPANDO DE LAS COSAS SATANICAS. YO EXPONGO ESTE APARTADO CON TEMAS REFERENTE AL SATANISMO PERO NO DIGO QUE SE PRACTIQUE. ESTE APARTADO ES UNA ADVERTENCIA AL MUNDO QUE HAY QUE DARLE SOBRE EL TEMA DEL MUNDO OSCURO Y SATANICO QUE HOY EN DIA ATRAE A LA MAYORIA DE LOS JOVENES Y NO TAN JOVENES.

SI PRESTAMOS ATENCION, ESTE TEMA ATRAE AL AVISO A LA ADVERTENCIA DE NO MOSTRAR INTERES DE PRACTICAR EL SATANISMO Y SI EL INTERES DE ALEJARSE DEL MISMO.
EXPONER ESTE TEMA ES MUY COMPLICADO, PERO POR MEDIO DEL ESPIRITU SANTO, BUSCO LA MANERA DE LLAMAR LA ATENCION A NO SOLO QUIENES ESTAN DENTRO DEL SATANISMO, SI NO TAMBIEN DE AQUELLAS PERSONAS QUE AUN NO ESTAN DENTRO. ¡¡¡¡NO PRACTIQUEMOS EL SATANISMO!!!!
DIOS ESTA EN CONTRA DE TODO LO QUE SE REFIERE AL TRABAJO DEL DIABLO.
LAS IGLESIAS SATANICAS ESTAN CADA VEZ MAS A MANO POR CULPA DE LOS GOBIERNOS QUE CONSIENTEN ESTAS CLASES DE PRACTICAS DE MUERTE Y PERDICION.

IRE EXPONIENDO TEMAS LOS CUALES MUCHA GENTE NI SABE QUE ES. DESDE JUEGOS SATANICOS QUE NO DEBEMOS PRACTICAR A ACCIONES SATANICAS.

ACOLITOS¿QUE SIGNIFICA?

acolitos
Los Acólitos son un equipo de supervillanos del cómic X-Men de Marvel Comics. Fueron creados por Chris Claremont y Jim Lee, e hicieron su debut en X-Men vol. 1 # 1, en 1991. Se autodenominana como los fanáticos seguidores del supervillano Magneto.
 
El acólito (del griego ἀκόλουθος akolouthos, «el que sigue» o «el que acompaña») es un ministerio de la Iglesia Católica y la Iglesia Anglicana, cuyo oficio es ayudar aldiácono cuidando del servicio en el altar y ayudando al Presbítero durante las celebraciones litúrgicas, especialmente la Misa.
 

Historia

 

Desde los primeros siglos de la Iglesia se acostumbró a dar el nombre de acólitos a aquellos jóvenes que aspirando al ministerio eclesiástico se dedicaban a acompañar y seguir a los obispos, tanto para servirles en clase de pajes, como para llevar y traer las cartas o epístolas que recíprocamente se escribían. También recogían antiguamente las ofrendas de los fieles que se bendecían durante la misa y acabada ésta se entregaban a los diáconos y presbíteros para su distribución.

Algunos autores, entre ellos el docto Tomasino, sostienen que en la iglesia griega jamás se conocieron los acólitos. Pero otros, con el P. Goar, defienden la opinión contraria apoyados en el testimonio de San Dionisio , San Ignacio mártir, de San Epifanio, en los concilios de Laodicea y Antioquía, en las novelas de Justiniano y en la autoridad de Focio y añade que los griegos modernos tienen hoy acólitos con el nombre de ceroferarios.

Todos, sin embargo, convienen en que la iglesia latina los tuvo, según hemos dicho, desde los primeros tiempos. En Romase conocieron tres clases, a saber:

  • palatinos, servían al papa en su palacio
  • estacionarios, estaban adscritos al servicio de alguna iglesia particular
  • regionarios, seguían y acompañaban a los subdiáconos ayudándoles en las funciones de su ministerio que ejercían en los distintos cuarteles de la ciudad.1
 
 
 
 
 

Funciones

El ministerio del acólito es reconocido por la colación o institución por parte del obispo, aunque este ministerio en la práctica se realiza normalmente por acólitos "extraoficiales", es decir, no instituidos. Normalmente se instituye como acólito a los candidatos a las sagradas órdenes del diaconado y del presbiterado, aunque el ministerio puede ser ejercido por laicos (la condición de clérigo se recibe con la ordenación de diácono). Según el código de derecho sólo podrán ser instituidos acolitos "varones laicos" aunque el ejercicio de ese ministerio no les da derecho a remuneración por parte de la Iglesia católica (cf. CDC 230). Sus principales funciones concretas son:

  • Distribuir la comunión cuando faltan los ministros por algún motivo o cuando el número de los comulgantes es demasiado elevado.
  • También en circunstancias especiales puede exponer y reservar el Santísimo Sacramento pero no dar la bendición eucarística.
  • Instruye a monaguillos y otras personas que ayudan en el servicio del altar.

De acuerdo con el Código de Derecho canónico, los candidatos al sacerdocio deben ser instituidos acólitos con, al menos seis meses de antelación a la ordenación diaconal.

Tiene funciones equivalentes al acólito el ministro extraordinario de la comunión.

 

Monaguillos

 

Aunque el término acólito se usa también para referirse a quienes ayudan en el altar sin haber sido instituidos, las expresiones "monaguillo" o "servidor del altar" son más precisas, para evitar confusiones. Es habitual que el ministerio del altar sea ejercido por niños, llamados en este caso monaguillos, con la única diferencia de que éstos no pueden dar la comunión, por su edad. El hecho de que sea lo habitual no significa que sea un ministerio para niños, sino que puede ejercerlo sin institución cualquier cristiano que ha recibido la primera comunión. La institución del ministerio es sólo para varones que completaran la iniciación católica.

La palabra monaguillo proviene de monjes pequeños, en Italia son conocidos comochierichetti o pequeños clérigos, en catalán escolans y en Alemania ministrantes. Se prefiere la palabra acólito, reservando el vocablo "monaguillo" para los ministros extraordinarios o de hecho, es decir que no han sido nombrados solemnemente y no pertenecen a un "colegio" de acólitos o que ejercen estas funciones de forma esporádica.

Los monaguillos son “acólitos de hecho”, que sin haber sido instituidos en el ministerio de acólitos, lo ejercen más o menos establemente en las celebraciones comunitarias.

Las funciones que estos monaguillos pueden desempeñar son:

  1. Atender al servicio del altar.
  2. Ayudar al obispo, al sacerdote y al diácono.
  3. Prestar su servicio en las diversas procesiones, por ejemplo con la cruz, los cirios, el incienso o el Misal.
  4. Atender en el ofertorio a la recogida de los dones.

 

Satán y sus acólitos: ilustraciones ocultistas de siglo XVIII

Algo tienen las ilustraciones ocultistas que pueden tenernos cautivados por horas. Las bestias fabulosas de estas imágenes son parte del Compendium rarissimum totius Artis Magicae sistematisatae per celeberrimos Artis hujus Magistros, un libro raro de 1775 que es parte del archivo de la Welcome Library.

El volumen contiene 31 acuarelas del Diablo y sus sirvientes diabólicos, y tres páginas de símbolos rituales de lo oculto. Ante la amenaza “NOLI ME TANGERE” (“No me toques”), surgen todos estos seres imaginarios, cuyos actos remiten simbólicamente, y con cierto hálito moralizante, a los seres humanos. Es fascinante observar los patrones en los dibujos. Todos estos seres tan colmados de transgresiones están formados de símbolos “diabólicos” de la conciencia de ese momento del mundo, que se siguen apareciendo aquí y allá en los distintos mitos que tenemos del infierno.

Los genitales casi siempre expuestos. Nacen serpientes y otro tipo de reptiles de las vaginas monstruosas de las quimeras, sale fuego de los penes, las anomalías biológicas (más de dos pechos, tres cabezas…) abundan, y el fuego está en todas partes. También proliferan las patas de cabra –tan arraigadas ya a la figura del Diablo–, así como los cuernos y los gallos negros. Pero hay algo en este compendio que es altamente atractivo no solo porque las bestias inherentemente lo son, sino porque el libro invita a una larga y fascinante lectura de símbolos ocultistas.

El tomo puede verse como uno de los últimos intentos por parte de los hombres de fe de instigar miedo a los supersticiosos. Después de todo salió en la era de la Ilustración, cuando la razón y la ciencia estaban a punto de cambiar el mundo.

 


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