Asociacion Reto a la Esperanza
Lavadero de coches, rastro y recogida de muebles. Éstos son los servicios que ofrece 'Reto a la esperanza', con los que la asociación intenta ganar su pulso a la droga, y cuyo propósito y fundamento es la ayuda al toxicómano y a la persona necesitada. «Ése es nuestro reto», asegura Jorge Feito Vázquez, responsable de la Asociación Reto en Cáceres.
La asociación nació en España hace más de veinte años en Cantabria, de la mano de un matrimonio norteamericano, Raimundo y Willie Pollnow, como un proyecto humanista y no lucrativo, como resultado del acto de acogida de los drogodependientes que se encontraban tirados en las calles de Santander. Fue así como nació la Casa Reto I.
En aquella época no existían clínicas, ni recursos públicos o privados que posibilitasen la rehabilitación del toxicómano en España. A partir de la primera casa en Santander se han ido fundando el resto de centros en todas las comunidades autónomas y se extendió a otros países, con sedes en Noruega, Croacia, Rusia, Bulgaria, Italia, EE.UU., Brasil, Argentina, México, Venezuela y una presencia activa como obra social en Tanzania.
En Extremadura, la primera casa de acogida que se creó en Moraleja, en 1989, y después se trasladó a Malpartida de Cáceres hace catorce años. También cuenta con sedes en Plasencia, Badajoz y Mérida.
RETO CÁCERES |
Nombre: Asociación Reto a la esperanza. Casa de acogida: Afueras de la Urbanización Las Arenas, Malpartida de Cáceres. Rastro: Calle Zurbarán Nº1, Cáceres. Servicio lavadero de coches y rastro: Carretera de Mérida. Teléfono de contacto 24 horas: 927 234 737 Otros centros en Extremadura: Plasencia, Mérida y Badajoz. Más información: www.asociacionreto.com |
Centro cristiano
'Reto' se define como un centro cristiano y asociación benéfica sin ánimo de lucro. «Ayudamos a las personas sin ningún coste, desde el primer día que vienen tienen ropa, comida, cama y no les pedimos nada a cambio. Como asociación benéfica y sin subvenciones, tenemos que trabajar. Comenzamos recogiendo cartón, chatarra y empezamos con el servicio de recogida de muebles. Después, a la hora de montar el lavadero de coches se instituyó como sociedad cooperativa 'Toda esperanza'», explica Jorge Feito.
Asimismo el objetivo de 'Reto' es compaginar la rehabilitación con la vista puesta en el futuro, por ello se intenta enseñar un oficio a los jóvenes con talleres ocupacionales, restauración de muebles, electrodomésticos, chapa y pintura. Todo es poco para que los chicos tengan la mente ocupada para abandonar su adicción y aprender un oficio para que el día que salgan de 'Reto', tengan algo con lo que volver a empezar.
Los teléfonos de ayuda están disponibles las 24 horas del día. La gente de Cáceres que pide ayuda ingresa en otros centros de España porque es muy difícil poder salir adelante en tu entorno. «Sería una lucha constante rehacer su vida en su ciudad», coinciden los responsables del centro cacereño.
Casa de acogida
La casa de acogida de 'Reto' en Cáceres se encuentra en Malpartida, un chalet a las afueras de la urbanización Las Arenas, donde conviven 32 chicos y dos matrimonios con dos niños pequeños en una casa unifamiliar, y cuentan con la ayuda de 14 monitores, en su mayoría, ex-toxicómanos.
«Aquí están los más problemáticos que acaban de llegar y que tienen mono, el síndrome de abstinencia. Me las tengo que ingeniar para que los chicos estén entretenidos y no piensen en nada. Consejos, un paseo o manzanilla, no les puedo dar nada más», indica José Soriano, responsable de la casa de acogida y miembro de Reto desde hace cinco años.
Las pastillas, el alcohol y el tabaco están totalmente prohibidos en la casa. La rehabilitación también se hace sin metadona. «Muchos de nosotros podemos hablar de miles de personas que han salido adelante sin metadona, que para mí es algo de lo que dependes igualmente aunque esté bien visto por la sociedad porque lo recete un médico», señala el responsable de Reto. «El tiempo de permanencia en la casa depende de cada uno y de cómo lo sepa aprovechar», añade.
Lavadero y rastro
Pilar Jiménez es usuaria habitual desde hace varios años del lavadero de coches situado en las afueras de Cáceres en la carretera de Mérida. También ha utilizado alguna vez el servicio de recogida de muebles. «Sigo viniendo porque dan buen servicio y el bien es mutuo», explica. También hay algunas parejas perdidas entre las montañas de muebles y varias personas esperando su turno para lavar el coche.
«Con el lavadero empezamos cobrando la voluntad, porque como asociación benéfica podemos aceptar la donación de un cliente, pero al formarnos como sociedad tuvimos que establecer una tarifa», explica Jorge Feito. Doce euros es el precio por un vehículo normal, y entre quince y veinte euros si se trata de una furgoneta o un todoterreno. Los trabajadores del lavadero aseguran que suelen pasar por allí unos 25 ó 30 coches diariamente.
En el rastro, ubicado en la misma nave que el lavadero, se pueden encontrar todo tipo de muebles, sofás o antigüedades que los propios chicos restauran o rehabilitan para intentar darles otro valor. También hay otro local que funciona como rastro en la calle Zurbarán número 1. Las recogidas de muebles se hacen en Cáceres capital o alrededores.
«Nuestro deseo, nuestra intención y nuestro reto es ayudar a cualquier persona que lo necesite, que quiera ayuda o un consejo, estamos a su disposición las 24 horas», explica el responsable de 'Reto'.