Mujeres pastoras no es biblico
Juan 21:16Reina-Valera 1960 (RVR1960)
16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.
(AQUI JESUS CUANDO DECIA PASTOREA MIS OBEJAS, SE REFERIA A UN VARON NO A UNA MUJER. EL NOMBRAR PASTOREA MIS OBEJAS SE LES DIO A LOS HOMBRES Y NO A LAS MUJERES).
1 Pedro 2:25Reina-Valera 1960 (RVR1960)
25 Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.
(VEMOS ESTE VERICULO QUE SE REFIERE AL NOMBRAMIENTO PASTOR, OBISPO O SEA EN MASCULINO Y NO EN FEMENINO).
Hebreos 13:20Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Bendición y salutaciones finales
20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,
Juan 10:2-4Reina-Valera 1960 (RVR1960)
2 Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.
4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
Juan 10:11Reina-Valera 1960 (RVR1960)
11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
Juan 10:12-13Reina-Valera 1960 (RVR1960)
12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
Juan 10:14Reina-Valera 1960 (RVR1960)
14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
Juan 10:16Reina-Valera 1960 (RVR1960)
16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
Marcos 6:34Reina-Valera 1960 (RVR1960)
34 Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.
MARCOS 14:27
Mateo 9:36Reina-Valera 1960 (RVR1960)
36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
Mateo 25:32Reina-Valera 1960 (RVR1960)
32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
Mateo 26:31-35Nueva Versión Internacional (NVI)
Jesús predice la negación de Pedro
31 —Esta misma noche —les dijo Jesús— todos ustedes me abandonarán, porque está escrito:
»“Heriré al pastor,
y se dispersarán las ovejas del rebaño.”
32 Pero después de que yo resucite, iré delante de ustedes a Galilea.
33 —Aunque todos te abandonen —declaró Pedro—, yo jamás lo haré.
34 —Te aseguro —le contestó Jesús— que esta misma noche, antes de que cante el gallo, me negarás tres veces.
35 —Aunque tenga que morir contigo —insistió Pedro—, jamás te negaré.
Y los demás discípulos dijeron lo mismo.
ZACARÍAS 10:2
Zacarías 11:17Reina-Valera 1960 (RVR1960)
17 !!Ay del pastor inútil que abandona el ganado! Hiera la espada su brazo, y su ojo derecho; del todo se secará su brazo, y su ojo derecho será enteramente oscurecido. (Ay del hombre que deja el ministerio que Dios le dio y se lo concede a otra persona).
Zacarías 13:7Reina-Valera 1960 (RVR1960)
El pastor de Jehová es herido
7 Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos.
AMÓS 3:12

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¿MUJER PASTORA? ¿QUÉ ENSEÑA LA BIBLIA? (ESTUDIO BIBLICO) “EL VERDADERO SERVICIO DE LAS HERMANAS (MUJERES) EN LA IGLESIA”
Pero, cuando se presentan los testigos PUBLICOS como testimonio de la veracidad del evangelio, todos los varones se mencionan, pero las mujeres, las primeras testigos no se mencionan (1 Corintios 15:5-8). Aunque no predicaron públicamente, ellas recibirán su merecida recompensa por su mayor devoción y servicio.
El testimonio de la mujer está relacionado con su hogar: “si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavados los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra” (1 Timoteo 5:10).
Mientras que el marido trabaja para el sostén de la familia, ella puede trabajar dentro y fuera de la casa en cumplir sus deberes hogareños y familiares, y ayudar a los vecinos del barrio. También puede trabajar para ayudar a sostener la familia como mujer virtuosa de Proverbios 31:10-31; pero se nota que en estos trabajos, ella no tenía necesidad de descuidar sus deberes domésticos y familiares; más bien proveía ocupación para sus hijos, porque podían ayudar en los trabajos caseros y del campo. El peligro de un empleo normal, con horario fijo, es la imposibilidad de cumplir sus deberes como madre de familia y ama de casa. Muchas aspiran profesiones y trabajos de importancia olvidándose de la “profesión de ser madre”. Producir hijos para que otros los críen no es ser madre. El reconocimiento de la mujer piadosa es por haber criado a sus hijos, practicando la hospitalidad, servido a los santos, socorrido a los afligidos y practicando toda buena obra; que no son servicios públicos de la iglesia.
Pero, eso no la hace esclava domestica, sino que indica que su esfera de servicio no es pública, que le permite hablar en presencia de los hermanos. Pablo dice en Tito 2:3-5, que las ancianas deben ser “maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos”. Ahora las ancianas no enseñan exclusivamente por ser ellas ejemplares en su vida. “Que enseñe” es “sophronizo”, que significa “instruir a ser prudente”, lo cual sería por su ejemplo, auque también por sus palabras de consejo. Pero, “maestras del bien” es “kalodidaskalos”. “Didasko” es siempre “dar instrucción por palabra” (aparece 96 veces en el N.T.), y significa aquí, la capacidad de una anciana de abrir las Escrituras para enseñar en privado a las hermanas más jóvenes, dándoles consejo divino. Si Priscila ayudaba a Aquila a exponer los caminos del Señor a Apolos en casa, ¡Cuánto mas habría podido hacerlo con otras hermanas! Ella evidentemente era ejemplar en su vida.
María, de Roma; trabajó mucho entre los de su cuidad (Romanos 16:6). Trifena y Trifosa trabajaron en el Señor y a la amada Pérsida se destacó aún más porque Pablo dijo que ella trabajó MUCHO en el Señor (Romanos 16:12).
Eunice y Loida moldearon el carácter de Timoteo como madre y abuela fieles (2 Timoteo 1:5, 3:15). Dorcas se destacaba trabajando con sus manos. Sus buenas obras y limosnas (quiere decir obras de misericordia) incluían la confección de ropa para los necesitados (Hechos 9:36-39). Ningún hombre puede hacer estas cosas tan efectivamente como las mujeres. Son formas de servicio que corresponden a nuestras hermanas y muchas se reúnen en sus hogares para hacer tal servicio.
Tenemos el caso famoso de la mujer Samaritana en (Juan 4:28, 4:39). Acá vemos que esta mujer seguramente le predicó a sus vecinos, a todos sus conocidos y allegados de forma privada, en la Biblia no aparece que ella llegó al templo y se paró en el púlpito a predicar en público, sino que ella fue al pueblo y contó a sus vecinos y conocidos “dando testimonio de lo que Jesús le había dicho en la heredad del pozo de Jacob, y dijo a cada uno de ellos su encuentro con el Salvador del mundo”.
Evodia y Sintique, a pesar de la disensión que surgió entre ellas, habían “combatido juntamente” con Pablo en el evangelio. Las hermanas tienen mayor facilidad en el testimonio personal, porque pueden hablar en todo momento a la mujer solitaria, cuando sería impropio hablar el hermano. Si un hermano quiere llevar a la Escuela Dominical a los niños de una madre inconversa, que no le conoce, esto puede causar que ella tema que él tenga malas intenciones. Tales sospechas son fruto de la degeneración e inmoralidad en el mundo actualmente. Sin embargo, tales madres pueden tener más confianza si una hermana busca a sus hijos. De modo que el servicio de las hermanas es muy importante. El evangelista predica públicamente por media hora en la plataforma, pero las que combaten con los predicadores, pueden predicar personalmente a cualquier hora del día a sus vecinos, a las personas en la calle, en el mercado, en el transporte público, o las demás madres cuando acompañan a los niños al colegio.
Sabemos que Felipe “tenía 4 hijas doncellas que profetizaban” (Hechos 21:9). Su actividad no fue pública delante de la iglesia, por que cuando Dios quería dar un mensaje profético a la iglesia, él trajo desde Judea a un profeta llamado Agabo para presentarlo. Esto indica que estas hermanas tenían una actividad personal, dando mensajes proféticos en privado.
Las hermanas en las asambleas apostólicas no formaban una sociedad de damas, sino parte de la misma congregación. Cuando “toda la iglesia se reúne en un solo lugar” (1 Cor 14:23). La meta de cada iglesia local es estar unánimes, de una misma mente y de un mismo parecer. Algunos opinan que es mejor que la iglesia se separe en varios grupos, según su sexo y edad, cada grupo orando separado del otro. Pero la Biblia no respalda tal práctica. En Hechos 1:14-15, “todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres….(los reunidos eran como ciento veinte en numero)”. Estaban en un aposento alto. Después la crecida iglesia en Jerusalén se reunía en el patio del templo, a la hora novena, la de la oración (Hechos 3:1).
Sin embargo en Hechos 12:5, cuando la iglesia en Jerusalén hacía sin cesar oración a Dios por Pedro, “Jacobo y los hermanos” no estaban con otros en la casa de María, madre de Juan y Marcos, “donde MCHOS estaban reunidos orando” (Hechos 12:12-17). Esto indica que no podemos prohibir la oración en privado en las casas, pero debemos distinguir entre la oración en privado de algunos y la oración pública de la congregación, la cual debe hacerse con toda la iglesia reunida, hombres y mujeres.
Si unos visitantes llegan a una casa a la hora de la lectura familiar, pude ser que la “reunión” sea “privada”. Pero si se arregla semanalmente en la casa un estudio, por ejemplo, a donde cualquiera pueda llegar, entonces se cambia la reunión a culto público, donde deben regirse las reglas para la iglesia de Dios, aunque sea en una casa. Hay una diferencia, como se demuestra en las siguientes Escrituras:
1. “Pues qué, ¿no tenéis casa en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios?” “Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no reunáis para juicio (en la iglesia, la cual es Casa de Dios)” (1 Cor 11:22, 34). Las cuatro referencias a una iglesia reunida en una casa particular (Rom 16:5, 1 Cor 16:19, Col 4:15, Filemón 2) demuestra que no es el estilo en sí que determina el comportamiento necesario. Depende si es asunto familiar, o asunto de un culto público, o de una asamblea reunida allí. Cuando una iglesia se reúne en una casa, entonces la reunión se convierte en Casa de Dios. Cuando una iglesia termine la reunión en un local evangélico, tal como una conferencia, y se sirve una comida a los reunidos antes de empezar otro culto por la tarde, entonces se cambia el carácter de la reunión de la de “Casa de Dios” en la de “casa particular”.
2. EN TODAS LAS IGLESIAS DE LOS SANTOS, VUESTRAS MUJERES CALLEN EN LAS CONGREGACIONES….SI QUIEREN APRENDER ALGO, PREGUNTEN EN SU CASA….”(1 COR 14:34-35).
3. En la casa particular, el marido es cabeza responsable; en la Casa de Dios la responsabilidad se comparte entre los ancianos (1Tim3:5).
El comportamiento sumiso de la mujer en la Casa de Dios se mantiene también en su servicio en la esfera pública, fuera de la casa de Dios, y delante del mundo. Se ha hecho mención de que no predicaban, ni daban discursos en público las mujeres de las iglesias apostólicas. Es evidente que Ana (aunque fue en días antes de la fornicación de la iglesia), a mas de cien años de edad, hablaba en privado y no predicaba desde una tribuna (Luc 2:38). Las cuatro hijas de Felipe también profetizaban en privado a otras; de modo que 1 Cor 11:5 indica que podían también orar juntas en privado.
Pablo indica en 1 Cor 14:34 que las reglas de silencio observadas por las mujeres reunidas en la “iglesia” son las mismas que se observaban por mujeres que vivían “bajo la ley” del Antiguo Testamento. Las mujeres judías oraban juntas en PRIVADO como en Hechos 16:13 y Pablo no lo desaprobó. También se da a entender que la esposa ora con el marido en privado. “Vosotros, maridos…dando honor a la mujer (su esposa) como vaso más frágil, y como coherederas de la gracia de la vida, para que VUESTRAS ORACIONES no tengan estorbo” (1 Pedro 3:7).
Aunque no tenemos mención directa en el Nuevo Testamento a la sana práctica de tener una Lectura Familiar cada día en el hogar, hay referencia indirecta. “De alimentos…todo lo que Dios creó es bueno y nada es de desecharse si se toma con acción de gracias; porque POR LA PALABRA DE DIOS y por la oración es santificado” (1 Tim 4:4-5). Esto indica que la ocasión de comer es ideal para la lectura familiar de la Palabra de Dios porque todos están juntos. También nos estimulan las referencias del Antiguo Testamento. La enseñanza familiar de las Sagradas Escrituras en Deum 11:18-21, y la santa convocación (reunión) de la familia de cada día de reposo (Lev 23:3), apoyan la lectura bíblica. Dice del hogar de Timoteo: “Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras”; “la fe…la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice” (2 Tim 1:5, 3:15). ¿Cómo se lleva a cabo? Después de la lectura de una porción de la Biblia, en la cual cada uno presente puede tomar parte, el padre puede dirigir la oración a favor de cada miembro de la familia. Pero en su ausencia en viaje o trabajo le toca a la madre dar gracias por la comida y encomendar a sus hijos a Dios en oración, a menos que los hijos varones sean creyentes maduros que puedan compartir esta responsabilidad.
Reconocemos que por timidez o conciencia, algunas hermanas no quieren orar delante de sus hijos, ni con su marido u otra hermana. Pero en lo privado de la familia la madre lleva un deber delante de sus hijos de arrodillarse con ellos para conducirlos al Señor.
1. El culto para la cena del Señor (1 Cor 11:26)
2. El culto de ministerio o de enseñanza y estudio bíblico (1 Cor 14:23-24).
3. El culto de oración (Hechos 4:24-31, 1 Cor 14:14-17).
4. Una reunión para disciplina (1 Cor 5:4-5).
5. Una reunión para recomendación de obreros (Hechos 13:1-3)
6. Una reunión de reportaje misionero (Hechos 14:27).
En todas estas reuniones de la iglesia, TODOS DEBEN ESTAR JUNTOS, sin fraccionar la asamblea en dos grupos de varones y mujeres.
Además de éstas, se hace mención del testimonio público de cada iglesia en la predicación del evangelio. Los tesalonicenses dieron buen ejemplo de esto (1 Tes 1:8). Esta evangelización puede ser en pares o grupos en un culto de predicación en un local.
Pero se hace referencia también a otras reuniones que no dividen la unidad de la iglesia, sino que conducen a su mayor espiritualidad y crecimiento. Tenemos distintas referencias a REUNIONES DE ANCIANOS Y OBREROS. (Hechos 15:4, 20:17). En Hechos 5:42, “en el templo y POR LAS CASAS, no cesaban de enseñar y predicar”. También Pablo dijo: “Nada que fuese util he rehuido de anunciaros y enseñaros PUBLICAMENTE (en la iglesia) Y POR LAS CASAS (en privado)” (Hechos 20:20). En Roma durante dos años en su propia casa él estuvo reuniones para predicar y enseñar las cuales eran aparte de la iglesia en Roma a la cual había escrito anteriormente su Epístola. Pero estas no eran reuniones divisorias. Todo depende si reuniones privadas conducen a la comunión o a la división; si ayudan a la verdad o la dañan.
En Hechos 21:5, después de la reunión de la iglesia en Tiro con Pablo y sus compañeros, hombres y mujeres e hijos salieron a la playa y allí oraron. Esto no era culto en el sitio de reuniones de la iglesia. Todo esto nos indica que no podemos limitar reuniones a las de “toda la iglesia” en su lugar”. Si algunos se reúnen en privado a una hora cuando, o en un lugar donde es imposible que “toda la iglesia se reúne en un solo lugar”, es importante insistir en la comunión y la armonía de todos. Debe ser corregido aquel que se reúna aparte para causar divisiones en la iglesia (Rom 16:17) “Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo” (Tit 3:10).
Hay que hacer hincapié en la unidad de una iglesia local en forma indivisible como de UN CUERPO, donde los miembros están unidos con ligamentos y coyunturas en una sola entidad; la iglesia local no debe estar dividida en distintos grupos o departamentos de jóvenes, caballeros y damas. No debemos fraccionar la iglesia así. El servicio del evangelio es otra cosa. Cultos se celebran en distintas partes a la misma vez. Los menores, en el culto para los niños y jóvenes (como en una escuela dominical), se agrupan en distintas clases según su edad, para facilitar mejor la enseñanza de la Escrituras según su la capacidad de cada uno.
Normalmente la obra del Señor se extiende a pueblos vecinos, donde los nuevos creyentes se reúnen para orar y estudiar la Biblia porque no pueden llegar a todas las reuniones de toda la iglesia en el sitio de donde han venido los predicadores. En reuniones mixtas de hermanos y hermanas, en una nueva obra alejada de la iglesia, las mismas reglas de una iglesia deben regir la conducta como en la Casa de Dios, porque éste es el propósito que se lleva por delante en toda obra nueva; el de ver una nueva asamblea o congregación formada. Por supuesto muchas veces se empieza con unas pocas hermanas, cuyas oraciones en privado son fuente de estimulo hasta que se levanten hermanos varones para llevar la carga de la nueva obra.
De modo que, todas estas actividades de la mujer, con su devoción, humildad y santidad proporcionan una ayuda grande, importante e indispensable, tanto en servicio privado como en la iglesia local. Aunque ella no le parezca que su servicio sea tan glorioso como el del predicador público, sin embargo, Dios sabe que es la obra que a El le agrada. Dios tenga misericordia de las mujeres que están en el error.
La gracia de Jesucristo sea con ustedes.